Sr. Presidente, usted hoy ha sido cómplice de un golpe de estado técnico. Con su sanción exprés de las reformas a la Ley Orgánica Judicial, cuales firmó en silencio a pocas horas de ser pasadas en la Asamblea demuestra ser parte de un complot que ha roto la institucionalidad de nuestro sistema político.
Diputados de la Asamblea legislativa, no tengo más que acusarlos de cobardes. Cobardes los diputados de derecha que hoy se esconden en la sombra del presidente que hace pocos días criticaban. Hipocresía y cinismo a niveles sin precedentes en un sistema político que hoy demuestra lo engusanado que está.
Sírvase el presente como mi renuncia a mi afiliación partidaria. No puedo ser parte de un sistema tan podrido. Mis principios me lo impiden y mi sentido de decencia me lo demanda.
Señores líderes partidarios Alfredo Cristiani, Rodolfo Parker, Ciro Cruz Zepeda y Andrés Rovira, si les queda un pelo de respeto propio, renuncien inmediatamente de sus puestos. La voz de una nueva generación de salvadoreños se los demanda. Lo que ustedes han avalado a través de sus bancadas legislativas representa un peor peligro para El Salvador que las sombras del comunismo que ustedes han utilizado para atemorizar al electorado para que voten por sus partidos.
Hoy lloro por El Salvador.
Pero junto a mis lágrimas, no me tragaré mis palabras.
Con mis palabras siembro hoy algo que espero crezca pronto. Algo que será alimentado por la indignación que tantos salvadoreños sentimos en lo profundo de nuestros estómagos.
Que el día de hoy muera nuestro silencio…
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